sábado, 19 de julio de 2008

CERVEZA

El rodaje de La reina de África (1951) en el Congo Belga fue algo accidentado, cayendo el equipo enfermo de disentería. Sólo se libraron de las fiebres el director John Huston y Humphrey Bogart, que no probaron el agua, contentándose con el whisky. El consumo de alcohol en general, y de la cerveza en particular, está ligado al desarrollo de la civilización. En el artículo La cerveza y la selección de la especie, George Will cita un libro de Steven Johnson donde se nos dice:

"La búsqueda de agua potable no contaminada es tan antigua como la propia civilización. Tan pronto como hubo asentamientos humanos masivos, las enfermedades relacionadas con el abastecimiento, tales como la disentería, se convirtieron en poderoso cuello de botella poblacional. Durante gran parte de la historia de la humanidad, la solución a este problema crónico de salud pública no consistió en potabilizar el agua. La solución fue beber alcohol."
También hay que tener en cuenta que pese a los problemas que causa el alcohol, en épocas tempranas de la historia y, volviendo a Johnson, "morir de cirrosis de hígado a los cuarentaitantos era mejor que morir de disentería a los veintitantos."
La conclusión de Johnson es que el consumo de cerveza libró a muchos de morir y mejoró la especie genéticamente:
"Para evitar la peligrosa agua, la gente tenía que beber grandes cantidades de, por ejemplo, cerveza. Pero para digerirla, los individuos necesitaban un rasgo genético que no todo el mundo posee. Johnson lo describe como la capacidad del organismo para responder a la ingesta de alcohol incrementando la segregación de unas enzimas determinadas llamadas deshidrogenasas alcohólicas. Esta capacidad es controlada por ciertos genes del cromosoma IV en el ADN humano, genes que no están distribuidos uniformemente entre todo el mundo. Aquellos que carecían de este rasgo no podían, como reza el refrán, "retener su licor". Así, muchos murieron tempranamente y sin descendencia, bien por la toxicidad del alcohol o debido a las enfermedades provenientes del suministro del agua.

Los perfiles genéticos de los asentamientos humanos pasaron a estar progresivamente dominados por los supervivientes, es decir, por aquellos genéticamente preparados para, bueno, beber cerveza: "La mayor parte de la población mundial de hoy," escribe Johnson, "se compone de los descendientes de aquellos primeros bebedores de cerveza, de quienes hemos heredado buena parte de la tolerancia genética al alcohol."
El estudio de Johnson concluye que aquellos que no vivieron en las ciudades y por tanto no pasaron la criba, desarrollan actualmente unos niveles alarmantes de alcoholismo.
Pero yo, que me preocupo por la salud de mis lectores, les quería recomendar el consumo de cerveza para combatir los estragos del calor. Y recordarles lo mucho de beneficioso que tiene esta bebida, que estimula el apetito, contiene poco azúcar y nada de materia grasa (un tercio de cerveza aproximadamente tiene 150 kCal). Por otra parte es digestiva y aporta fósforo y vitaminas solubles del grupo B, eso por no hablar de los polifenoles, antioxidantes naturales que nos previenen de enfermedades cardiovasculares y frenan el envejecimiento.

Rindamos pues culto a la diosa Deméter/Ceres, que nos trajo los cereales, y reconozcamos la inteligencia de las civilizaciones mesopotámica y sumeria, que ya trasegaban el preciado líquido en tiempos tan remotos.

martes, 8 de julio de 2008

THE END

No es que esté obsesionado, pero si ya el otro día les hablaba sobre las propuestas aprobadas por el Congreso en relación a los simios, hoy me desayuno una noticia aún más alarmante. Al parecer, y según el diario The Times, Irán estaría comprando monos en África para sus "laboratorios secretos".
Los iraníes dicen que son para elaborar vacunas, pero se sospecha que "los primates son usados para probar tanto la efectividad de armas (biológicas) como para desarrollar defensas contra las mismas".
Miedo da pensar en los siniestros proyectos de Ahmadineyad y los científicos unidos a la causa del islamismo.
Señoras/es: aprovechen estos días y disfruten, no vaya a ser que nos encontremos, parafraseando el título de la película de Mankiewicz, de repente, el último verano. Porque, aunque pueda parecer exagerado, esto es el fin.

P.D. Ahora sí debería correr la gente y vaciar los supermercados para abastecerse largo tiempo, y no por una simple huelga de transportistas.
También vuelvo a recordar las sabias advertencias de José Antonio Martínez Abarca, o sea: Los monos no hablan porque traman algo.

domingo, 6 de julio de 2008

SILENCIO

"Escúchame -dijo el Demonio, poniéndome la mano sobre la cabeza-. La región de la que hablo es una lúgubre región de Libia, junto a las orillas del río Zaire, y allí no hay calma ni silencio." (Silencio. Una fábula. Edgar Allan Poe).

Mientras suena el Cold Roses de Ryan Adams miro por la ventana los movimientos de un cuervo, que últimamente tiene a bien acompañarme.
Y cómo no, recuerdo al oscuro heraldo plutónico del poema de Poe... Me pregunto si no me querrá también indicar algo el negro pájaro.

Otra mañana de domingo, otro día más. Hoy he recurrido al ginseng rojo coreano para recuperar fuerzas; mientras combato los estragos de mi aparato digestivo pienso en profundidades marinas habitadas por criaturas no clasificadas aún y me digo: qué mejor lugar que una fosa abisal.



Y ahora un poema del que fuera introductor de la obra de Poe en Europa, Charles Baudelaire:

"Sed non satiata"

Deidad extraña, oscura belleza sin reproche,
con perfume de almizcle y aroma del habano,
producto de algún Fausto de caprichosa mano,
bruja del flanco de ébano, criatura de la noche.

Aún más que el opio y más que la noche prefiero
el licor de tu boca donde el amor se ufana;
cuando de mis deseos va a ti mi caravana,
tus ojos son cisternas donde brilla un lucero.

Por esos grandes ojos, suspiros de tu alma,
demonio sin piedad, ¡dame un poco de calma!
Yo no soy el Estigio para dar nueve abrazos,

¡ay!, y tampoco puedo, ¡oh furia libertina!,
para amansar tu ímpetu ahogándote en mis brazos,
en tu lecho infernal volverme Proserpina.


P.D. ¿Alguien ha dicho nevermore?